Salvo el presidente, sólo hay un político en México capaz de reunir a once gobernantes y lograr que esos once le aplaudan con verdadera pleitesía a Adán Augusto López, secretario de gobernación, quien visitó Puebla el pasado miércoles 1 de marzo en un acto donde el tema de la seguridad fue el protagonista.
Sereno, lúcido y lleno de un tono de voz de mando, el presidenciable tabasqueño agradeció a los gobernantes por haber ayudado a “reducir en más de 60 por ciento el delito de secuestro a nivel nacional”, elogio, por supuesto, que rebota, ya que la estrategia de seguridad, recordemos, es a nivel nacional, y es el mismo Adán Augusto el responsable de la misma.
Fuera de las obvias significaciones de este evento, observemos lo simbólico: Adán Augusto es el único que está generando simpatías significativamente reales, y por reales me refiero a operativas. Once gobernadores dándole el espaldarazo no puede no significar nada. Y si a esto le sumamos el rumor de que Andrés Manuel le ha dicho a Claudia que no, que ella no es, entonces podemos entender con más claridad este tipo de acontecimientos como el ocurrido en Puebla.
Está haciendo campaña, pero sin dejar de trabajar. Y eso agrada. Esto es lo que se respira entre la militancia de Morena al ver a un Adán Augusto López pletórico al ser aplaudido y vitoreado por once gobernadores el pasado miércoles en Puebla. El tabasqueño lleva meses ejecutando una campaña que desvela no solo su capacidad estratégica, también su fortaleza como operador político.
Adán Augusto López vuelve a ser el protagonista en una estrategia de seguridad que, guste más o guste menos, es distinta a la de sexenios pasados, y son nada menos que once gobernantes quienes le aplauden. ¿Qué nos dice esto de lo que ocurre dentro de Morena? Que quizá es verdad aquello que a Claudia ya la bajaron del avión presidencial, o que simple y sencillamente los gobernantes mexicanos están viendo en Adán Augusto López la más clara y segura continuidad de la Cuarta Transformación.
Que Adán Augusto López reunió a once gobernantes en puebla en un evento llamado “Convenio de Coordinación del Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública 2023” en donde pareciera que el secretario de gobernación da por terminada una batalla política en donde resultó victorioso: la de posicionarse como el operador político más importante de Morena y del mismo Andrés Manuel López Obrador.
Adán Augusto López no levanta sospechosismos ni parece tropezarse con sus propios pasos: va encaminado a ser presidente de la república. Esto se confirma luego de verlo acertando una vez y otra también en su cuidadisima estrategia de campaña, que consiste simple y sencillamente en trabajar, como siempre lo ha hecho, pero ahora mostrándolo con un poco menos de la discreción que siempre lo ha caracterizado.
Quien fuera gobernador de Tabasco y cantado compadre de Andrés Manuel estuvo hace unos días en Puebla presidiendo un evento donde once gobernadores y gobernadoras han terminado de darle un espaldarazo definitivo. Tiene sentido. Con una Claudia Sheinbaum desdibujada luego de varios rumores donde se afirma que el presidente ya le dijo que no; y con un Marcelo Ebrard entumecido y sin saber qué hacer, es entonces donde Adán Augusto López se ve más claramente como lo que siempre fue: la clara sucesión obradorista.