Sacudida violenta vivieron Sheinbaum y Ebrard con las últimas declaraciones del dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, quien sigue insistiendo que hay piso parejo, pero además, pidió (con un guiño indudable hacia la jefa de gobierno) que se tengan cuidado con los actos anticipados de campaña.
También le raspó los muebles al canciller Marcelo Ebrard, quien parece haberse olvidado de muchas de sus obligaciones al andar pidiendo debates y cosas que, hoy por hoy, son absolutamente innecesarias.
Por fuera se habla del inminente desmarque de Ebrard de las filas de Morena, cosa que no sorprendería a los más avivados. Quien salió limpio e incluso hasta revalidado es el secretario de gobierno, Adán Augusto López, quien abiertamente habla de “seguir a rajatabla las instrucciones del presidente”.