El Plan B de la Reforma Electoral ya está en ejecución y el presidente no podría estar más contento. Así lo demostró hace unas cuantas mañaneras, donde una vez más, se dirigió al secretario de gobernación en tono de agradecimiento, y es que será imposible olvidar que fue el mismo Adán Augusto López el responsable de no permitir que la reforma favorita del presidente naufragara.
La efectividad del secretario de gobernación como operador político se vuelve a reafirmar no por los medios, no por los opinólogos y no por los analistas; su operatividad es validada por los dos entes más importantes en el proceso de transición que le dará continuidad a la 4T, que son el presidente y la militancia.