La instalación de cableado subterráneo en la Calzada de los Arcos ha complicado el tránsito peatonal y afectado a comercios y oficinas de la zona. Las excavaciones han generado inconvenientes, como el desvío de los transeúntes hacia el arroyo vehicular, donde deben esquivar vehículos y motocicletas.
Algunos negocios han improvisado puentes peatonales con vigas para facilitar el acceso de clientes y empleados. Las obras incluyen la instalación de cableado para electricidad, telefonía y televisión de paga, lo que ha obligado a los peatones a rodear las áreas cerradas por mallas de seguridad.
Comerciantes han señalado que las obras, que llevan varios meses, inicialmente se realizaban de noche, pero desde junio continúan durante el día. En algunos casos, las excavaciones se han realizado justo en los accesos de los negocios, afectando sus ingresos debido a la falta de acceso para los clientes.
Al finalizar las obras, se espera que residentes, turistas y comerciantes disfruten de una vista más despejada del histórico acueducto, libre de la maraña de cables que ha cubierto la zona durante décadas.